¿Qué mueve a las personas?

Mayo 02, 2023

En abril del 2021 Estados Unidos atravesó por un fenómeno social que no se veía venir por el incierto panorama que ofrecía la pandemia, aún así y como es habitual, la vida sorprendió con la hoy conocida Gran Renuncia, un hecho que logró superar record histórico pues casi cuatro millones de trabajadores, equivalentes al 2,7% de toda la fuerza laboral de este país tomo la decisión de renunciar a sus cargos, generando un problema sin precedentes a millones de empresas que, de la noche a la mañana, vieron descapitalizados varios de sus departamentos clave.

Ante esta realidad, nos permitimos reflexionar sobre la importancia de analizar sobre ¿que mueve a las personas en la toma de sus decisiones?


Es común pensar que en el área laboral sea el salario, la principal razón de deserción laboral. Sin embargo de acuerdo con una encuesta hecha por Revista Empresarial, el salario ocupa el último lugar con un 30% mientras que el maltrato por parte de su jefe cuenta con un marcado 68%. Esto nos permite ahondar en que con seguridad existen otros tipos de motivaciones que mueven a las personas, es entonces ahora en dónde consideramos oportuno hablar de las motivaciones que coexisten en la toma de decisiones de toda persona. Según Juan Antonio Pérez López quién fue profesor y Director General de la Escuela de Negocios IESE, aseguraba que el ser humano cuenta con 3 tipos de motivaciones:

La motivación extrínseca, directamente relacionada con los reconocimientos externos o incentivos como un incremento salarial o el reconocimiento público de su jefe por el trabajo bien hecho o un buen desempeño.

La motivación intrínseca, esta la que impulsa a las personas a actuar de determinada manera por el sentimiento de satisfacción, es decir, les hace sentirse bien y sienten que aporta progreso a su persona.


La motivación trascendente, y es aquí en donde queremos profundizar, aunque es la menos habitual definitivamente es la más potente ya que impulsa a las personas a pensar en las consecuencias de sus actos o en palabras más nuestras, piensan en el propósito de su actuar ya que en conexión con su interior están seguros que lo que hacen, lo hacen porque es lo correcto.

Y es entonces en dónde cobra relevancia la pregunta ¿para qué? el propósito más alto de servir, primero a nosotros mismos dándonos la satisfacción de hacerlo bien y de hacer lo correcto en pro de un bienestar común.

Retomando la Gran Renuncia, es posible que todas estas personas se hicieran esta pregunta conociendo la realidad de que pasamos al menos el 30% de nuestra vida, en los mejores años de ella, en un puesto de trabajo y entonces sería esto lo que en coherencia con ese propósito de vida no encajaba y eso les llevaría a tomar la decisión que demarco una situación social indiscutible.

Es por ello que trabajar en el reconocimiento de un propósito real en las empresas que motive a los recursos humanos a dar siempre lo mejor de sí, para quedarse, para no retroceder, para resistir, para fortalecer, para transformarse cuando sea necesario, es vital porque esta motivación trascendente proporciona en dirección proporcional felicidad al empleado, dando de baja los silos departamentales y encendiendo el motor de un propósito colectivo que hará que todo un equipo de trabajo hale en una misma dirección.